Polémica en Colombia por chamán 'antilluvia'

 

El 10 de agosto del año pasado, faltando diez días para la final del Mundial Sub-20 de Fútbol en Bogotá, la Fundación Teatro Nacional se puso en contacto con un viejo conocido de esa corporación: Jorge Elías González Vásquez, un famoso chamán que vive en una vereda de Dolores (Tolima).

¿La razón? Ana Martha de Pizarro y Daniel Álvarez Mikey, encargados de la clausura del torneo, querían que González Vásquez usara toda su 'artillería' -incluidos rezos- para que en la noche del 20 de agosto no lloviera sobre El Campín. En una ciudad lluviosa, querían que la presentación no se aguara.

Entonces, Álvarez Mikey y González Vásquez firmaron un contrato de "servicios técnicos de asesoría", con derechos de propiedad intelectual incluidos y pólizas de amparo de salud y riesgos profesionales, con un solo objetivo: que el chamán frenara cualquier lluvia. Y en los 20 minutos de la presentación de clausura -elogiada por muchos- no llovió.

Sin embargo, el lunes, el contralor de Bogotá, Mario Solano, destapó el contrato del chamán, en medio de presuntas irregularidades en la contratación del Mundial Sub-20, y se desató la tormenta, que ha copado las redes sociales.

Incluso, el caso ya llegó a la Fiscalía. "Vamos a determinar la posible celebración indebida de contratos o la conducta de peculado. En el caso del señor chamán será llamado a la Fiscalía para que nos explique las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que puede evitar el fenómeno de la lluvia", anunció el vicefiscal, Juan Carlos Forero.

En el contrato, de "carácter civil" y de cuatro páginas, quedó pactado que González Vásquez recibió 3 millones 931 mil 82 pesos por la "asesoría del evento" y un millón de pesos de viáticos por 20 días, cancelados con dineros públicos entre el 2 y el 21 de agosto del 2011.

En este campo se habla de 50 mil pesos por día. "Queda entendido que el presente contrato se ha perfeccionado en atención a las calidades del profesional", señala el documento.

Este martes, el contralor Solano dijo que el Teatro Nacional está en todo su derecho de contratar chamanes para sus eventos privados, pero cuestionó duramente que lo haya hecho con dineros públicos para la clausura del Mundial. "La ley de contratación habla de eficacia y profesionalismo. En ninguna parte se habla de permitir contratos de brujos, chamanes o hechiceros", añadió.

El funcionario también criticó al Instituto Distrital de Recreación y Deporte, IDRDápor no haber vigilado y frenado ese contrato.

Sin embargo, Álvarez Mikey, hijo de la reconocida y fallecida actriz Fanny Mikey, salió en defensa del contrato. Sostuvo que buscan aclarar el episodio ante la opinión pública, pues manifestó que el contrato fue avalado por el IDRD y el comité organizador del torneo.

Manifestó que no es la primera vez que usan los servicios del chamán y que lo hacen desde hace varios años para el Festival Iberoamericano de Teatro, debido a las lluvias constantes de abril. "Para todos los grandes eventos al aire libre en Bogotá, los empresarios suelen recurrir a estas estrategias, pues se sufre mucho por el clima de la ciudad", añadió Álvarez.

Aseguró que González Vásquez fue apenas una persona más de todo el equipo técnico que se empleó para la clausura del Mundial Sub-20. "Él no es un chamán. Es un radiestesista que, con péndulos, hace su trabajo. Para lo de El Campín, trabajó con días de anticipación desde el parque Simón Bolívar".

Frente al uso de dineros públicos para este tipo de contratos, señaló que van a responder ante cualquier instancia. "Hicimos un evento de calidad y no ocultamos nada. Acá no se trata de pelear con la opinión pública sino de aclarar todo", puntualizó Álvarez Mikey.